La
educación
es
uno
de
los
pilares
básicos
de
la
sociedad.
Mediante
la
educación
las
sociedades
se
desarrollan,
perduran,
progresan
e,
incluso,
se
transforman.
Educar,
por
tanto,
no
es
un
acto
de
simple
transmisión
de
conocimientos.
La
educación
encierra
en
sí
misma,
en
su
concepto
y
en
su
idiosincrasia,
la
necesaria
formación
del
individuo
para
que,
en
el
futuro
pueda
y
sepa
vivir
en
sociedad.
Por
tanto,
debemos
educar
en
todos
los
aspectos;
la
educación debe ser integral.
Ya
en
el
preámbulo
de
la
LOGSE
se
especificaba
que
la
finalidad
de
la
educa-
ción
está
en
conseguir
el
pleno
desarrollo
de
la
personalidad
del
alumnado,
en
pro-
porcionar
a
los
jóvenes
una
formación
plena
que
les
permita
conformar
su
propia
y
esencial
identidad,
así
como
construir
una
concepción
de
la
realidad
que
integre
a
la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma.
De acuerdo con este planteamiento, la Educación Primaria debe:
Favorecer los lazos de amistad, convivencia y socialización.
Promover
la
comprensión,
la
tolerancia,
la
igualdad
entre
los
sexos
y
los
dife-
rentes grupos raciales, étnicos, religiosos y lingüísticos.
Aportar
conocimientos
sobre
los
elementos,
factores
y
agentes
económicos,
sociales y políticos que explican la dinámica de la sociedad en que vivimos.
Dotar
de
competencias
en
torno
a
un
sistema
de
principios
éticos
que
genere
actitudes
democráticas,
inclusivas,
respetuosas,
responsables,
participativas,
activas y solidarias.
Desarrollar
valores,
actitudes
y
destrezas
que
acrecienten
la
autoestima
de
las
personas,
capacitándolas
para
ser
más
responsables
y
conscientes
de
las
implicaciones de sus actos.
Potenciar entre el alumnado un pensamiento crítico y resolutivo.
Facilitar
a
las
personas
los
conocimientos,
recursos
e
instrumentos
que
les
permitan incidir en la construcción de la realidad.
Favorecer
un
desarrollo
humano
sostenible
en
el
ámbito
individual,
el
comuni-
tario y el internacional.
La
escuela
está
llena
de
áreas
en
exceso
conceptuales
y
a
los
maestros
comprometidos
corresponde
compensar
los
aspectos
cognitivos,
con
unos
objetivos
en
lo
procedimental
y
en
lo
actitudinal
que
nos
permitan
alcanzar
las
competencias
básicas
(ahora
clave)
correspondientes
a
la
Primaria,
así
como
el
adecuado grado de madurez.
El
centro
educativo
debe
dar
cabida
a
otra
serie
de
actividades
que
trascen-
diendo
las
estrictamente
académicas
y
traspasando
el
rígido
marco
del
aula,
proporcionen
al
alumnado
otras
experiencias,
otras
situaciones
de
aprendizaje.
Además,
estas
actividades
abiertas
al
entorno
escolar
deben
hacerse
con
la
máxima
implicación
de
todos
los
sectores
de
la
comunidad
educativa:
padres,
profesores,
administración
educativa,
entes
institucionales
y,
en
general,
todos
los
que
quieran
colaborar
a
través
de
los
cauces
existentes
en
la
consecución
de
los
fines que se propone el centro.
Los
centros
docentes,
en
el
uso
de
su
autonomía
pedagógica
y
de
organización,
desarrollarán
y
completarán
el
currículo
y
las
medidas
de
atención
a
la
diversidad
y
organizarán
las
actividades
docentes,
las
formas
de
relación
entre
los
integrantes
de
la
comunidad
educativa
y
sus
actividades
complementarias
y
extraescolares
de
forma
que
se
facilite
el
desarrollo
de
competencias
básicas
y
la
educación en valores democráticos.
El
Programa
de
Actividades
Complementarias
y
Extraescolares
en
el
Proyecto
Educativo de Centro
La
implementación
de
las
enseñanzas
del
currículo
a
través
del
Programa
de
Actividades
Complementarias
y
Extraescolares
(COLELIBRE)
es
una
seña
de
identidad de nuestro PEC.
COLELIBRE,
constituye
un
valor
añadido
a
la
propuesta
curricular
de
nuestro
centro
y
aporta
una
complementariedad
a
nuestras
enseñanzas,
en
unos
ámbitos
y
con
unos
procesos
didácticos
y
metodológicos
tan
imprescindibles
como
extraordinarios,
que
difícilmente
se
pueden
ofrecer
dentro
del
marco
del
aula.
Entendemos
la
escuela
como
un
ente
relacionado.
Formamos
ciudadanos
y
ciudadanas
preparados
para
convivir
en
sociedad,
realizando
un
proceso
educativo
integrado
en
la
realidad
para
la
que
los
formamos.
La
vida
debe
integrarse
en
la
escuela tanto como la escuela debe hacerlo en la vida.
En
nuestra
concepción
de
la
educación,
los
alumnos
y
alumnas
toman
parte
activa
en
su
proceso
formativo,
de
tal
forma
que
el
docente
se
convierte
en
un
mediador y guía entre ellos y el conocimiento.
Defendemos
un
saber
“útil”
y
“duradero”
en
una
escuela
que
tiene
la
gran
responsabilidad
de
asentar
las
bases
necesarias
para
que
los
futuros
adultos
puedan
ser
felices
y
contribuir,
a
través
de
un
sentido
crítico
y
bajo
el
criterio
de
un
sólido
conjunto
de
valores
personales,
a
la
construcción
de
una
sociedad
más
justa, empática y solidaria.
Nos
sentimos
parte
de
un
entorno
de
barrio,
municipio,
comunidad
autónoma
y
país
concreto,
sin
fronteras
con
el
resto
estados,
donde
compartimos
con
todos
los
seres
humanos
un
lugar
llamado
mundo
que
debemos
cuidar
para
vivir bien todos en él.
Defendemos
una
pedagogía
centrada
en
la
interacción
del
alumnado
con
su
entorno.
A
través
de
su
relación
directa
con
la
realidad
se
consiguen
dos
objetivos
fundamentales
en
el
proceso
de
formación
integral:
despertar
el
interés
y
la
motivación
derivados
de
un
conocimiento
práctico,
y
ayudar
a
una
efectiva
asimilación de los conceptos.
Promovemos
el
uso
de
metodologías
activas
en
las
que
la
experimentación
sea
la
base
del
aprendizaje.
Queremos
que
nuestro
alumnado
se
pregunte
por
la
vida
acercándose
a
la
realidad
física,
matemática,
lingüística,
plástica,
musical,
corporal,
espiritual,
social…
en
la
que
está
inmerso.
Pretendemos
orientar
su
aprendizaje
desde
las
preguntas
que
le
surjan
después
de
experimentarla.
Además,
buscamos
que
el
trabajo
cooperativo
sea
la
forma
habitual
de
desarrollar
los proyectos en nuestro colegio, dentro y fuera del aula, dentro y fuera del centro.
Las
excursiones
son
una
de
las
señas
de
identidad
más
características
de
nuestro
centro,
como
ya
lo
fueran
en
la
histórica
Institución
Libre
de
Enseñanza.
“Enseñar
sobre
los
objetos
mismos,
mediante
la
observación
directa,
más
que
por
explicaciones
teóricas.
[…]
La
escuela
como
el
laboratorio
donde
se
trabaja
sobre
los
datos
previamente
recogidos;
mas
para
que
tengan
valor
real,
hay
que
salir
a
buscarlos a la vida social y a la naturaleza.” (Torres, 1882).
Igual
que
Paulo
Freire,
entendemos
que
la
educación
verdadera
es
“praxis,
reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo”.
Queremos
que
el
alumno
refuerce,
complemente
y
dé
significado
a
aprendizajes
curriculares,
despierte
y
responda
a
la
curiosidad
satisfaciendo
la
necesidad
por
explorar
diferentes
contextos
y
propicie
la
oportunidad
de
convivir
y
relacionarse
entre
ellos
y
con
otros
adultos
para
favorecer
su
autonomía,
su
sentido
crítico
y
su
apreciación
de
ciertos
valores.
Este
plan
sigue
la
línea
de
una
educación
más
significativa,
pudiendo
poner
en
práctica
los
conocimientos
en
el
contexto
concreto
en
cuestión
a
través
de
una
metodología
más
activa.
En
este
sentido,
las
salidas
no
sólo
se
realizarán
al
mismo
tiempo
o
después
de
la
adquisición
de
los
aprendizajes
con
el
fin
de
ponerlos
en
práctica;
sino
que
también
se
llevarán
a
cabo
antes
de
iniciar
ciertos
contenidos
educativos.
La
razón
de
proceder
así
es
generar
previamente
un
interés,
intención
de
resolución
de
problemas,
necesidades
de
respuestas…,
por
los
que
el
alumno
genere
una
inquietud
hacia
lo
que
va
a
aprender,
fundamentada
directamente
con
su
experimentación de la realidad previa.
Además
del
propio
interés
pedagógico
de
la
excursión
en
sí,
esta
supone
una
oportunidad
extraordinaria
para
fomentar
la
convivencia,
ejercitar
la
autonomía
y
proseguir
en
su
conocimiento
de
lugares
tanto
nacionales
como
internacionales
alejados
de
su
entorno
más
próximo.
Pero
nuestro
programa
COLELIBRE,
por
supuesto,
también
incluye
todas
las
actividades
deportivas,
artísticas y culturales organizadas en y por el propio centro.
Por
lo
tanto,
la
comunidad
educativa
de
la
ANEJA
está
plenamente
convencida
de
que
las
actividades
complementarias
y
extraescolares
que
comprende
COLELIBRE,
contribuyen
de
manera
muy
significativa
al
desarrollo
integral
de
la
personalidad
de
nuestros
alumnos
y
constituyen
un
campo
específico
para
la
iniciativa
y
la
capacidad
de
organización
del
Centro.
Creemos
que
nuestro
centro
ve
incrementado
su
valor
como
institución
educativa,
en
función
del
volumen,
el
interés
y
el
perfil
de
las
actividades
extraescolares
que
desarrollamos.
Consideramos
las
actividades
complementarias
y
extraescolares
de
COLELIBRE
como
acciones
complementarias
que
tienen
como
finalidad
primordial,
propiciar
el
pleno
desarrollo
de
la
personalidad
del
alumno,
a
cuyo
fin
es
imprescindible
que
trasciendan
el
ámbito
puramente
académico
extendiendo
la
acción
formativa
de
los
alumnos
hasta
el
medio
en
que
el
centro
educativo
se
halle
inserto
e
incidiendo
en
sus
aspectos
económicos,
culturales,
sociolaborales,
etcétera,
por
lo
que
no
deben
enfocarse
como
actividades
imprescindibles
para
la
consecución
de
los
objetivos
específicos
asignados
a
las
determinadas
materias,
sino como un complemento de la acción instructiva y formativa de éstas.
Otra
de
las
finalidades
fundamentales
de
nuestro
Programa
de
Actividades
Complementarias
y
Extraescolares
es
desarrollar
la
singularidad
curricular
del
centro
educativo,
y
sus
señas
de
identidad,
fundamentalmente
la
que
hace
referencia al fomento de la creatividad artística en nuestro alumnado.
El
JUNIO
CULTURAL
ANEJA
es
un
programa
de
actos
que
abarca
los
meses
de
mayo
y
junio,
componiendo
todo
un
conjunto
de
actividades
que
entroncan
con
las
señas
de
identidad
de
nuestro
proyecto
educativo.
De
esta
manera,
el
JUNIO
CULTURAL
es
la
esencia
de
nuestro
proyecto
educativo
e,
igual
que
aquel,
su
finalidad
es
servir
a
la
formación
de
personas
felices
y
comprometidas,
agentes
activos
de
la
transformación
social,
en
el
marco
de
una
educación
integral
e
innovadora
(para
la
Salud,
para
la
Paz,
para
el
Desarrollo,
para
la
Ciudadanía,
para
el
Emprendimiento,
para
el
Desarrollo
del
Pensamiento
Crítico,
para
la
Igualdad,...),
que
fomente
y
potencie
la
creatividad,
especialmente
la
artística,
con
la
participación
activa
de
toda
la
comunidad
educativa (Somos una familia)".